Es un hecho que las viviendas prefabricadas están adquiriendo un mayor peso con el paso del tiempo y que tienen un futuro prometedor por las ventajas que presentan. En el ámbito rústico, ya sea en el campo o en la montaña, adquieren aun mayor importancia por diferentes motivos que veremos a continuación. Además, el estilo que suelen tener las casas situadas en un entorno rústico invita a utilizar este tipo de producción industrial.
¿Por qué construir una casa rústica prefabricada?
Los motivos son diversos, aunque están directamente relacionados con las ventajas habituales que encontramos en la producción industrializada de viviendas.
Como sabemos, gran parte del proceso de construcción de las casas prefabricadas se da en las fábricas, por lo que el tiempo utilizado para el montaje en el emplazamiento definitivo es menor. Esto supone un menor uso de máquinas en el lugar de la obra y una menor contaminación en ese medio rural.
La eficiencia energética es un factor determinante para decidirse por este tipo de viviendas, ya que aprovechan al máximo el uso de la energía. Por otro lado, son respetuosas con el medio ambiente, algo a lo que se le da mucho valor en este tipo de entornos.
Hemos hablado en otras ocasiones del aislamiento térmico que proporcionan las casas modulares, algo que cobra mayor importancia en el medio rural, donde las condiciones climáticas suelen ser menos amables que en la ciudad. Las casas rústicas prefabricadas están preparadas para convertirse en un hogar más acogedor en este aspecto.
Es cierto que una casa tradicional, de obra, se puede adaptar con mayor facilidad a cualquier terreno porque se hacen “a medida” y las prefabricadas tienen algunas limitaciones en ese aspecto. Pero debemos tener en cuenta que las casas rústicas se suelen construir en terrenos amplios y las casas modulares cada vez ofrecen más opciones. Por otro lado, los materiales con los que se fabrican tienen un ciclo de vida largo y resisten bien las inclemencias meteorológicas.
Una casa prefabricada rústica es una de las mejores opciones como segunda vivienda. Supone un menor gasto, se caliente y enfría rápidamente y a nivel arquitectónico presenta múltiples posibilidades.
El estilo de las casas rústicas prefabricadas
Este tipo de vivienda se caracteriza por una apariencia más tradicional, techos con acabados en teja y fachadas de piedra o madera para darles una estética campestre que se adapte al entorno y que son materiales con gran capacidad para actuar como aislante térmico. Los marcos de las ventanas suelen ser también de madera, y se pueden utilizar cristales que presenten una mayor eficiencia energética. El aspecto interior puede variar de un estilo más tradicional a uno más moderno dependiendo de si es una vivienda principal o segunda vivienda o del gusto de los dueños, pero es conveniente aprovechar las condiciones naturales como la orientación para distribuir las habitaciones de la forma más eficiente. Lo que no puede ni suele faltar en las casas rústicas prefabricadas es la chimenea, el toque definitivo que caracteriza las viviendas rurales.
Dada nuestra experiencia, desde Kozo Arquitectura podemos encabezar cualquier proyecto de este estilo o aconsejarte acerca del mismo. El passivhaus forma parte de nuestro día a día y eso se nota en nuestros proyectos.
