El gas radón es un tipo de gas noble de origen del uranio que es capaz de emitir partículas radiactivas que al ser inhaladas producen mutaciones en el ADN y pueden desencadenar en cáncer de pulmón. Este gas es común encontrarlo en zonas graníticas, materiales de construcción, aguas de montaña no depuradas y en paredes rocosas de las cuevas.
El gas radón accede al interior de los edificios a través de grietas en cimentación, poros de los materiales, conductos, muros de sótano, materiales de construcción de la obra o por el consumo de aguas subterráneas sin que se aireen. Sin embargo, cuando el radón llega al ambiente exterior se diluye rápidamente en el aire sin llegar a ser un riesgo para la población.
¿Cómo medimos el gas radón?
Antes de proceder a la medición del gas existen ciertos aspectos a considerar:
- Se debe conocer la distribución del edificio y sus plantas
- Saber qué tipo de cerramientos constituyen la envolvente en contacto con el terreno
- Conocer el sellado
- Ser conocedor de la existencia de sistemas de ventilación y cómo funcionan
- Saber si el edificio está en uso
Tras estas 5 consideraciones se podrá comenzar a realizar la medición mediante el uso de detectores que hacen una estimación promedio de la cantidad de gas. El promedio anual de la concentración de radón debería ser inferior a 300 BQ/M3.
Medidas de protección
Tanto para edificios ya existentes como para viviendas de nueva construcción, encontramos diferentes alternativas para protegernos de este gas.
Para los edificios ya existentes
Para los edificios ya existentes se deben sellar las juntas estructurales, grietas, pasos de instalaciones, enchufes, juntas de pavimentos y desagües de sótanos, además de aislar los sótanos y garajes, instalar un sistema de ventilación mecánica en instalaciones afectadas y colocar barreras anti-radón.
Para los edificios de nueva construcción
Por otro lado, para los edificios y/o viviendas de nueva construcción, procederemos a colocar barreras anti-radón bajo solera o sobre forjado ventilado y a extraer el gas de terreno, de forma natural o forzada (niveles elevados de radiación).
¿Por qué una Passivhaus te protegerá del gas radón?
Simplemente los edificios que están construidos bajo el estándar Passivhaus son la respuesta ante este problema, ya que están mucho mejor construidos. Este tipo de construcción, está protegido contra agentes que pueden ser perjudiciales para la salud gracias a sus sistemas de hermeticidad y ventilación controlada y, además, Passivhaus es un estándar aplicable a cualquier tipo de edificio.
Si estás interesado en controlar o prevenir tu vivienda o edificio contra el gas radón o cualquier tipo de gas perjudicial, ¡no dudes en contactar con nosotros!
