Previamente al desarrollo de este ámbito como espacio público, el planeamiento urbanístico vigente preveía la consolidación del mismo como edificación residencial; esta transformación es la primera y la decisión proyectual más importante de esta actuación.
El espacio público diseñado se entiende como un ensanchamiento de la Avenida del Pilar, que ha de permitir el flujo peatonal hacia la calle Miguel Servet y rodado hacia el interior del Edificio Torrero. Para ello se ejecuta una plataforma base pavimentada que coincide con la pendiente actual de la Avenida del Pilar. Sobre dicha plataforma y con objeto de poder visualizar la Muralla Medieval situada bajo la fachada del Edificio Torrero, se genera un plano a una cota inferior simulando la excavación del terreno necesaria para poder ver la muralla, esta «excavación» se formaliza con la presencia de taludes que incluyen el mobiliario urbano de dicho espacio. La actuación pretende descubrir y poner en valor el tramo más largo de Muralla Medieval de Monzón descubierto hasta la fecha.
Las medianeras de este espacio se entienden como límite y testero del ámbito; para la medianera Este, se proyecta un ajardinamiento vertical, mediante el cual se consigue un área verde de gran importancia en la zona de casco antiguo que carece de espacio para el desarrollo de zonas verdes en horizontal. Por otro lado, en el linde Oeste, se dispone un elemento linde que sigue y define la morfología de talud.
Con todo esto, se crean dos zonas diferenciadas: una zona de estancia en la plataforma excavada, donde convive la zona de juegos y la zona de descanso generada mediante los taludes; y una zona de extensión urbana en la plataforma principal de loseta a cota de Avenida, con mobiliario urbano compuesto de bancos, farolas, arbolado, etc.
