Un local vacío.
Una nueva actividad, la Notaría.
En este proyecto se nos presenta el reto de crear una notaría partiendo de 0 en un local vacío.
Así, para el proyecto planteamos materiales nobles, madera y acero. En contraste, para suavizar la seriedad que pueden transmitir estos materiales, escogimos una madera aglomerada que genera al visitante un entorno cómodo, amable y acogedor.
Los espacios de despachos y salas de firmas los concebimos como un volumen más bajo que el resto del local, en pequeños boxes articulados a través de un distribuidor que discurre por un lateral dando acceso a estas salas. Por su parte, este distribuidor se entiende como una espina central que recorre toda la longitud del local, realizado con unas dimensiones estrechas que van ensanchándose en zonas puntuales generando lugares de estancia, como la recepción, la sala de espera, los aseos, la sala de reuniones, etc
Así, creamos un espacio funcional perfecto para desarrollar la actividad empresarial.