Aire libre, campo, vegetación.
Un gallinero abandonado.
Una oportunidad de devolverle un uso a una edificación olvidada.
El conjunto edificado había sido hace unos años un gallinero, y estaba formado por un corral y tres zonas interiores diferenciadas.
Primero llevamos a cabo un gran trabajo de acondicionamiento del exterior, ya que, la maleza había invadido la zona. Seguidamente, para asegurar la estructura de la edificación, hubo que sustituir los rollizos de madera que sujetaban la cubierta por vigas de acero laminadas.
Interiormente, con el fin de organizar los espacios del nuevo uso se comunicaron las tres zonas. La pieza más grande y alargada fue la seleccionada para colocar la gran mesa para comer y ubicar en uno de sus fondos un hogar de grandes dimensiones; y las dos zonas de menor superficie se utilizaron, una de
ellas, para realizar el acceso, colocar el aseo y una zona de almacén, y la otra, se habilitó con todo tipo de elementos para cocinar: horno de leña, vitrocerámica, y barbacoas.
Finalmente se dotó a esta zona con una obertura de grandes dimensiones que comunicaba con la zona de porche exterior, para que hiciera las veces de “barra de bar” al exterior.
En definitiva, le dimos una nueva vida al viejo gallinero adaptada a las necesidades de nuestros clientes.